Kostean no es un caballo cualquiera. Es un verdadero compañero de vida y competición, un guerrero que ha demostrado su valía en doma y salto, y que, con cada paso, ha dejado huella. “Es un caballico muy especial,” dice María Espinilla, su amazona, y no es para menos.
En la disciplina de salto, Kostean ha demostrado una grandeza inigualable. Su trayectoria está marcada por hitos memorables como el triunfo en la prueba mediana de la Academia General Militar, participaciones destacadas en competiciones en Añezcar, Guadalajara y Alpicat, y el título de campeón en la prueba de potencia a 1,50 metros en Boltaña.
Sin embargo, lo que realmente hace especial a Kostean no es solo su talento, sino su carácter. Tranquilo, cariñoso y siempre dispuesto a dar lo mejor de sí, ha sido tanto un campeón en las pistas como un compañero incondicional fuera de ellas.
Hoy, Kostean enfrenta los desafíos de la artrosis, pero su espíritu sigue intacto. Con un entrenamiento adaptado, María cuida cada detalle para garantizar su bienestar. El binomio ha cambiado el enfoque hacia el trabajo en llano, reduciendo los saltos a lo imprescindible y siempre en alturas bajas, además de incluir una rutina especial en la que galopan antes de trotar para que Kostean se sienta más cómodo.
La relación entre María y Kostean refleja un vínculo único, basado en la confianza, el respeto y el cariño. Es una historia que demuestra que la grandeza no se mide solo en trofeos, sino también en la capacidad de superar obstáculos y cuidar a quienes más lo necesitan.
Kostean no es solo un caballo; es un símbolo de talento, bondad y resistencia. Una inspiración para todos los que entienden la verdadera esencia del mundo del caballo.